viernes, 7 de mayo de 2010

El pilla-pilla



Qué niño no ha jugado al pilla-pilla, es el juego más sencillo que se ha creado, las reglas son simples: correr e intentar que no te pillen. Normalmente estos juegos acababan cuando los niños querían o se aburrían o se pillaban a todos los participantes. También se podían introducir "casas o refugios" como lugares o objetos elevados del suelo, lugares determinados, etc.
Dentro de las variaciones de los pilla-pilla los más relevantes son:

  • El Stop: una persona que la queda es el perseguidor y debe pillarles antes de que los demás digan "stop", en ese caso deben quedarse inmovilizados hasta que los libere un compañero pasándoles por debajo de las piernas.
  • El Tula: también llamado tula-llevas, consistía en el juego de pilla-pilla más simple en el que el perseguidor cuando tocaba a otra persona decía: "tula" y éste pasaba a ligarla.
  • La cadeneta: en éste caso el perseguidor debía ir recogiendo a otros para así pillar a los restantes. Hay dos modalidades:

1.- En el primer caso los pillados se quedaban en una pared agarrados de la mano y en el momento que eran tocados por otro participante quedaban libres.
2.- En el segundo caso formaban parte del perseguidor y debían ir todos agarrados de la mano a por los que quedaban libres.

  • El alto o las alturitas: pilla-pilla que consistía en incluir una casa en éste caso una altura para salvarse.
  • Las esquinitas o las cuatro esquinas: consistía en que en formando un cuadrado cuatro participantes y uno que la queda debían cambiarse de esquinas sin que éste los pillara. Otra variante es que el que se la queda debía ir a una esquina así librarse. El número de las esquinas debía ser uno meno al número de jugadores.

miércoles, 7 de abril de 2010

Justificación y experiencia personal

(Foto: Yo con 11 años en el barrio de Chinchón)



El juego, es algo mundial, en todos los lugares del mundo se puede observar una gran variedad de los juegos más variopintos. Normalmente se desconoce su origen y están caracterizados según las zonas: por su nombre, variaciones, otras reglas, etc. El juego popular tiene tres características: prácticamente no se necesitaba material o material cotidiano, solía pasar de padres a hijos y tienen un afán lúdico. El juego ha ido evolucionando como todo, el juego actual está basado en lo interactivo y que se puede participar con un monitor. Antiguamente se salía a jugar a la calle, los niños pasaban el día fuera de casa (se entraba a casa sólo para comer, dormir y alguna “regañina” por tirarse tanto tiempo fuera de casa). Es cierto que actualmente las ciudades y los pueblos han evolucionado y se han ido reduciendo los lugares donde podrían jugar los niños, pero también los niños se han vuelto más sedentarios y dependientes de objetos materialistas para poder jugar.

Por suerte yo he sido una de esas generaciones que se han quedado a “matacaballo” entre el jugar en la calle y el jugar en casa y yo he podido vivir en parte algo de esto. En Madrid poco podía hacer a la hora de salir ya que es una zona en la que parques hay pocos pero recuerdo cuando mis padres “nos desembarcaban” a mi hermana y a mí en los pueblos Ciempozuelos y Chinchón paterno y materno, respectivamente y durante todo el verano nos tirábamos “zascandileando” (fuera de casa) jugando. En Ciempozuelos no eran los veranos tan intensos pero recuerdo que mis abuelos tenían un patio enorme (aproximadamente como un campo de fútbol-7) en pleno centro del pueblo y era donde más tiempo pasaba. Pasaba mucho tiempo solo hasta que mis primos y primas bajaban para jugar conmigo asique mi principal recurso era la imaginación: creaba fuertes, hacía cabañas con persianas antiguas, etc. Cuando bajaban mis primos era diferente y jugábamos a juegos (la mayoría populares): el escondite, el tu-la-llevas, el pañuelo, al fútbol (con porterías de piedras), nos bañábamos con la manguera y un barreño, cazábamos caracoles cuando llovía de un pequeño jardín, la rayuela (en la azotea), al rescate, jugábamos a “los toros” (imaginábamos que era un encierro, corrida de toroso un alto).
Chinchón era otra cosa, mis abuelos vivían y viven en un barrio a las afuera del pueblo al lado de las eras (zona de campo de tierra). Allí solíamos jugar todos los hijos de los vecinos y el juguete por excelencia era la bici aunque fuera una bicicleta antigua (recuerdo que tenía y está por allí una BH azul de paseo y era tan válida como las demás) y las utilizábamos para ir a todos los lados aunque fueran 100m. ó 200m. Salíamos a dar vueltas, a jugar al fútbol en una pequeña calle peatonal, al escondite (nos escondíamos debajo de los coches y llegábamos negros a casa), al alto, construíamos casas de madera con “pales” viejos, bajábamos a Valdezrza (un cerro con muchas zarzas como su nombre indica) a coger zarzas y cazar renacuajos y pájaros con pegamento y jugábamos también muchos a los toros (sobre todo al pilla-pilla como si fuera un encierro). Seguro que se me olvidan juegos, pero eso es lo que recuerdo. Conforme vamos siendo mayores perdemos esa imaginación y se acaban esos momentos tan buenos, cosa que hace que eches de menos esos veranos y buenos momentos…

El comienzo

Hoy comienza este nuevo blog con la intención de que poco a poco no se pierda algo muy importante en esta vida: el juego. Será un pequeño rinconcito donde se pongan en contacto anécdotas e historias de cuando éramos pequeños(que recopilaré de otras personas: compañeros, amigos, abuelos, padres, tíos, personas mayores, amigos, docentes, etc.) y la descripción de pequeños juegos con dibujos y/o fotos.

Creo que es importante que no caiga en el olvido esos juegos a los que todos hemos jugados y se mantengan vivos, de ahí esta iniciativa. Espero que colaboréis con comentarios, sugerencias, peticiones, información; en fin, todo lo que queráis y tendréis el blog y el correo electrónico para todo ello y aportéis información. Estoy a vuestra disposición para lo que querais

Gracias por molestaros en mirar el blog.

Un saludo y sentiros como en casa.